Deja, una a una,
tus huellas tatuadas en mi piel.
Levitando o sumergidos,
exploramos cada una
de las corrientes del pensamiento.
Sin barreras, sin muros.
Y las horas laborales
no son un problema:
me provocan para invitarte
y susurrarte:
"Acércate… un poco más."
Déjame vivir la ilusión
de perder el control
cuando la tarde cae.
Esa ventana de tiempo,
ese espacio de travesía.
Mordí tu anzuelo,
y no me puedo resistir.
Me robaste la libertad,
y ahora me siento prisionera,
expuesta a tus caricias.
reactiva…con la misma
intensidad. Estoy al borde del
clímax, ilustrame tu
kamasutra...
Y aún no es el capítulo final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario