miércoles, 16 de octubre de 2024

Estoy y estamos en la nada.

Si se naciera con sabiduría, no tendría quizá sentido esto que llamos vida y a medida avanza, cada paso, cada tropiezo, nos invita a levantarnos a no dejarnos vencer, porque después de una larga noche, siempre hay un pequeño rayo de luz, entre el cielo nublado.

Un amor sin contrato, solo lleno de fé, de sueños, de memorias que en menos de un minuto se desplomaron.

Mi corazón está desgarrado, mi razón está asombrada y confundida, mi piel está vulnerable, mi espíritu está quebrantado, mi voz está cansada, mis palabras son a penas un susurro, mi mirada esta perdida en la nada, y mis oidos, mis oidos, son los únicos que no pueden ignorar, tus palabras resonantes, como una brasa que atraviesa mi pecho, como flechas clavadas en cada parte de mi cuerpo, tus palabras son tan profundas como el mar.
El camino ha sido estrecho, entre medio de un rosal. 

Estoy y estamos en la nada.

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