El conocerte me hizo
Sentirme como un asteroide alrededor del sol
Tu cálida sonrisa, es una fuerza gravitacional imposible de escapar.
Puedo presumir que pude tocar un cuerpo celeste, tan fugaz y tan hermoso como un cometa.
Y aunque el asteroide y el cometa sigan viajando a grandes distancias, sin poder convivir por ahora, se mantiene una pequeña esperanza que un agujero negro los atrape y sean lazados en alguna galaxia remota y convertirse en materia. Podríamos ser el volcán y la lava, el mar y la arena, la luna y el sol o dos seres humanos rozando nuestras pieles como la seda se pega al cuerpo, perfumado de café y caramelo, enroscados como dos campos magneticos, tu eres física, tu eres química, eres tú y solo tú.
Y aunque nuestro encuentro solo fueron un poco más de 60 minutos, te juro no me arrepiento.